Santiago del Estero, junio 7 del 2018.-
CARTA
ABIERTA SUCURSAL BANCO NACIÓN
SANTIAGO
DEL ESTERO
Tengo al Banco Nación de la República
Argentina, como una institución emblemática y señera. Pero… algunos en función
de administración, pareciera que no; formar parte de su personal, además de significar
un medio de vida, es tener obligatoriamente vocación de servicio y compromiso.
Ingrese al mismo, tomando mi turno de
atención a las 10:31 para hacer efectivo mi haber de la Caja Complementaria
Docente. Con suficiente espacio por delante y como es mi costumbre me retiro
para realizar otra diligencia (no es de
mi habito estar sin hacer nada). Manejando mi tiempo, regreso imaginando estar
cerca del B104 caja de jubilaciones, mi sorpresa es observar que apenas se habían
movido algunos turnos, me dirijo al jefe de la seguridad a modo de llamar
atención y le expreso que la “B” no se mueve; en forma displicente me dice si
se mueve (claro, se mueve, pero con total irregularidad), armado de paciencia
continuo a esperar mi llamado. Los minutos se hacen hora y en mi insistencia,
la seguridad me informa y no de buena manera, que hay una sola caja para ese
servicio, entonces procuro llagar a la gerencia e inmediatamente un secretario dice
comunicarse con el tesorero (con mas minutos, pareciera que el teléfono está
descompuesto y me indican trasladarme por un pasillo haya el tesoro) en que me
atiende otra secretaria y que tomara atención disponiendo otra caja. No obstante,
la demora continua ya con reclamo generalizado por los demás presentes con
golpe de palmas; hasta aquí, el desaguisado tolerado por gerencia ya que el trámite
es recurrente mes a mes.
Mi turno se realiza a las 12,04 has. y
sin el humor suficiente por la ignominia sufrida, al interrogarme la cajera que
quería, respondo lacónicamente “cobrar” expresión que provoco furia y solicito a
la seguridad que me retire por la fuerza porque no me va atender, según faltarle
el respecto; indignado ya, exprese marcadamente lo suficiente para que hago
efectivo su trabajo y finalice el trámite. Cumplido el mismo, me retiro de la
caja y relacionando inmediatamente unas versiones del público presente con una
observación expresada anteriormente a la seguridad de una presencia extraña en
la caja que efectivizaba al grupo “B”, comprendí
que la presencia de marras por 30 minutos era un “MOTO TRAMITE”.
Por el momento, lo mínimo a actuar por
gerencia es un “sumario interno” y determinar un tiempo prudente de atención,
si el pago es individual por beneficiario identificado o lógicamente por poder;
pero nunca poderes a granel y mucho menos en turno ininterrumpido.
Generalmente una máxima o excelencia de
administración, es que cuando “el cadete
no sirve, se despide al gerente”. A
disposición, Saludo atentamente.
Juan Luis Coria (DNI 8127919)
Cabo San Pablo 105 B° Belgrano (0385154386125)
juanluscoria@gmail.com
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