Santiago del Estero,
Abril 23 del 2015.
AMIGOS DE LA VIDA SOCIAL, DEPORTIVA Y
POLITICA
Ayer miércoles, acontecieron dos hechos que motivaron mi
atención. El primero, en el boletín gubernativo el liberal; en cuanto el
Municipio de la Capital de Santiago del Estero, efectivizo con su aprobación la
adjudicación para la ejecución de la obra para la llamada “refuncionalización”
del Desagüe Sur. El segundo, la marcha del Movimiento Socialista de los
Trabajadores, acompañados de numerosos vecinos de distintos barrios de nuestra
Madre de Ciudades; reclamando una más y mejor atención en la prestación del
servicio público de colectivos para el trasporte de pasajeros y que ningún
medio de difusión registro en la fecha.
La observación para el primero, es: años de gestión
constructora, más bien suntuaria (remodelación de plazas, cambio de luminarias
y otras obras públicas llevadas a cabo sin debido respaldo urbanístico y
técnico como el volcado de cemento), todas, ignorando prioridad y urgencia;
como la odisea de vecinos ante inundación y destrucción de sus hogares por
precipitaciones pluviales apenas superiores a los rangos normales para la
región. De pronto, llamado precipitado a solución, con presupuesto anunciado de
(250) doscientos cincuenta millones de pesos que ya se transformó en (270)
doscientos setenta millones de pesos, sin contar los mayores costos al final de
obra. Por lo pronto, el tema es, la adjudicación inmediata al único oferente (en
gobernantes probos, seria razón suficiente para declarar desierto el llamado de
referencia y proceder a un nuevo llamado, ampliando la convocatoria a otros centros
de ejecución). No sería menor, el nivel del proyecto, costo de obra y
solvencia técnica, para una garantía de solución al flagelo sufrido por años de
los vecinos arriba mencionados.
La observación para el segundo, es: más sutil y tendría
que serlo no solo de mi parte. En repetidas oportunidades y en distintos
tenores para un mismo contenido, me dirigí por nota reclamando a los distintos
protagonistas responsables del servicio que nos aqueja, un cambio de actitud en
sus gestiones (me refiero al Municipio Gobernante, Empresas Prestatarias y
Sindicato de Conductores). Por lo tanto, adhiero a todas las expresiones en el
sentido de mejorar el trasporte al que tenemos derecho, puesto que por el
cumplimos con la obligación de pagar. Si advierto, que no todo sea para
cambiar de “amo”; en política, llamamos “gatopardismo” al acto de cambiar todo,
para que en realidad nada cambie y nuevos socios amigos sojuzguen con el mismo
rigor.
Juan Luis Coria