martes, 31 de marzo de 2015

En el día del emblemático monumento, que es la “Torre Eiffel”, que google nos recuerda en su portada de la fecha. No puedo dejar de recordar, el duelo todavía sin cerrar, hasta que se haga justicia, con lo que fue “La Antigua Farmacia Argentina”, de nuestra Ciudad de Santiago del Estero. Rescato de la nota, dos palabras, ICONO y SALVARLA.
Con su centenaria existente, “La Antigua Farmacia Argentina” era un verdadero ICONO. Para SALVARLA, como según consta en documentación de Fiscalía de Estado, se donaron sus pertenencias, para transformarla en un “Museo de Referencia Farmacéutica”, al ya designado “MONUMENTO HISTORICO MUNICIPAL”, mediante Ordenanza Municipal del Consejo Deliberante, por unanimidad de sus miembros. Cuyas autoridades ya en función de gobierno provincial, por necedad, capricho, ignorancia y mezquindad de intereses; se desdijeron, permitiendo su destrucción.  
    
Torre Eiffel: Así salvó la ciencia a la icónica torre de París
La «gran dama de metal» debía ser desmantelada veinte años después de su construcción
LA VOZRedacción, 31 de marzo de 2015.
 
¿Qué sería de París sin la Torre Eiffel? Símbolo de la capital gala y de Francia en general, la «gran dama de hierro» ha conseguido un éxito que nadie imaginaba en el momento de su construcción en el año 1889. 126 años después de su inauguración, y con siete millones de visitantes cada año como principal aval, la Torre Eiffel sigue más viva que nunca. Nadie imagina hoy en día la «ciudad del amor» sin su gran icono. Pero la historia de la férrea estructura no pintaba de la misma forma en sus inicios. Y es que la Torre Eiffeldebía ser destruída tan solo 20 años después de su construcción. Un efímero futuro que su padre, el ingeniero civil Alexandre Gustave Eiffel, supo cambiar con gran inteligencia.
En realidad fue la ciencia fue la encargada de cambiar el sino de la Torre Eiffel. Desde la presentación de su proyecto en el año 1886, Gustave Eiffel sabía que solo ofreciendo su preciosa obra a la investigación conseguiría salvarla y alargar su marcada -y corta- esperanza de vida. Decretado su desmantelamiento tan solo dos décadas después de ver la luz, la Torre Eiffel fue presentada ante las autoridades como el gran experimento científico francés.
Así, la Torre Eiffel se reconvertiría en un laboratorio de metalsobre el que realizar toda clase de observaciones meteorológicas y astronómicas, experimentos de física, un lugar estratégico de observación, un puesto de comunicación por telégrafo óptico, un lugar de estudio del viento; así como un faro para el alumbrado eléctrico. «Para todos será un observatorio y un laboratorio como ningún otro que se haya puesto a disposición de la ciencia. Razón por la cual, desde el primer día, todos nuestros científicos me han animado con sus mayores simpatías», aseguraba Gustave Eiffel en su claro intento de perpetrar la vida de un auténtico icono que hoy en día se ha convertido en lugar de peregrinaje para todos los visitantes de la ciudad europea. Y no fue solo una promesa.
Desde 1889 y hasta hoy en día, la Torre Eiffel se utiliza como laboratorio de mediciones y experimentos científicos de toda índole. La instalación de muy diversos aparatos -barómetros, anemómetros, pararrayos...-, así como la oficina que el mismo Gustave Eiffel reservó en la tercera planta para la realización de observaciones de astronomía y fisiología han convertido a esta construcción de hierro de 300 metros de altura en uno de loslaboratorios científicos más bellos del planeta.
El padre de la «gran dama de metal» sentía verdadera pasión por la aerodinámica; una querencia que le animó a convertir a la Torre Eiffel en uno de los grandes laboratorios sobre la caída de los cuerpos. Entre los años 1903 y 1905, se instalaron una serie de dispositivos de caída con los que Gustave Eiffel ideó un sistema automático que se deslizaba por un cable tendido entre la segunda planta de la torre y el suelo. Ayudado de un pequeño túnel de viento a los pies de la torre, el ingeniero realizó más de cinco mil ensayos. A partir de ahí, promovió un sinfín de experimentos científicos: el péndulo de Foucault, el manómetro de mercurio, estudios de fisiología y conexiones de radio...

Pero nada de eso aseguraba la supervivencia de la Torre Eiffel, y eso que en su contrucción se inviertieron más de dos años y a 250 trabajadores. No sería hasta la llegada de una gigantesca antena cuando la gran creación de Gustave Eiffel firmaría su eterno futuro. A pesar de que los primeros experimentos en 1898, cuando Eugène Ducretet realizó los primeros intentos de telegrafía sin hilo entre la Torre Eiffel y el Panteón, ya apuntaban a la salvación, habría que esperar hasta 1903 para que Gustave Eiffel viera por fin recompensado su esfuerzo.
Es en este año cuando el ingeniero francés propone al capitán Gustave Ferrié, quien entonces se encargaba de estudiar las aplicaciones militares de la transmisión sin hilos, la utilización de la Torre Eiffel para sus experimentos. Seis años después, se instala una estación subterránea de radiotelegrafía militar, con la que se demuestra por fin el interesante valor estratégico de la torre.
Con un buen puñado de razones en la manga, Gustave Eiffel consigue que el municipio de París renueve la concesión de la Torre Eiffel sellando así el futuro del que sin duda es uno de los lugares más visitados del planeta. Solo hay que armarse de paciencia y subir sus 1.665 escalones -o decantarse por uno de sus ascensores-, para ver la capital francesa a vista de pájaro desde sus imponentes 300 metros.


Santiago del Estero, Marzo 31 del 2015.-
Municipalidad Capital
Santiago del Estero

Ref. Transporte público de pasajeros en colectivos urbanos.

            INTENDENTE. SECRETARIO DE COORDINACIÓN. SECRETARIO DE GOBIERNO. SECRETARIO DE PLANEAMIENTO DE OBRAS Y SERVICIOS PÚBLICOS. SUBSECRETARIOS; DESARROLLO COMUNITARIO Y PARTICIPACIÓN VECINAL, CULTURA Y TURISMO, PLANEAMIENTO Y DESARROLLO URBANO, OBRAS Y SERVICIOS PÚBLICOS. FISCAL MUNICIPAL. JUECES DE FALTA. PRESIDENTE CONSEJO DELIBERANTE, CONCEJALES.

1) Recordarles, una “máxima” de gestión exitosa. En la parte privada, cuando el cadete no sirve, se echa al gerente. En la función pública, lamentablemente los ciudadanos de esta “Madre de Ciudades”, no contamos con poder de revocatoria (que tantos problemas nos evitaría). De todos modos, la idea queda explicita.

2) Recordarles, que no es la primera vez que me remito a ustedes por el tema de referencia. Donde manifesté lo irresoluto, incompetente y desaguisada función de gobierno ejecutada por ustedes en esta “Madre de Ciudades”.

3) Recordarles, la peor de mis estimaciones y conceptos para los destinatarios políticos, responsables de este municipio ausente en la “Madre de Ciudades”.

            Bien, de todas las “afrentas” (ofensa, agravio, ultraje, insulto, injuria, desprecio, desdén, infamia, burla, mofa, zaherimiento, escarnio, vejación, vergüenza, ignominia, deshonor, deshonra, vilipendio, baldón), recibidas como usuario del transporte público de pasajero en esta Ciudad Capital de Santiago del Estero. La vivida anoche lunes 30 de marzo de 2015, de 22 a 23 has. En la línea 120. Llego al paroxismo de lo posible, toda una vergüenza, vergüenza propia y ajena. Aclaro, que en la oportunidad, eximo a la empresa prestataria del servicio y al sindicato que agrupa a los conductores, a pesar de considerarlos corresponsables solidarios de la problemática que denuncio. Además, otro deseo altruista, hubiera sido motivo de mi atención.

Llegué a las 22hs, a la parada de calle Independencia al 500, pretendiendo trasladarme al B° Belgrano de esta ciudad. Se sucedieron  3 (tres) unidades con pasaje completo, que ya no se detuvieron en la parada de Independencia al 300, lógicamente pasaron de largo (modalidad, que se repite una y otra vez a lo largo de todos estos últimos tiempos, o sea, siempre). A 45 (cuarenta y cinco) minutos de las 22 has. Llego y se detuvo una unidad con destino a “San Pedro”, en mi derecho asciendo al mismo y hasta mi descenso, con dolor humano, fui testigo en las sucesivas paradas de la lucha desesperada de los potenciales pasajeros por ascender y poder trasladarse hasta su destino, puesto decían era el ultimo horario para la zona.

Me pregunto, pueden ser tan “ineptos”? (incompetentes, inexpertos, nulos, inhábiles, inútiles, desmañados, incapaces, torpes), que no puedan resolver esta problemática de transporte. Cuya solución, adelanto, no pasa por el costo (boleto), sino, por ausencia de una cultura para gobernar con verdaderas políticas de estado.

Atentamente.
Juan Luis Coria DNI 8127919
(0385 154386125) juanluiscoria@gmail.com – juanluiscoria.blogspot.com