jueves, 18 de junio de 2015

EL MUNDO EN MIS BRAZOS

         Santiago del Estero, junio 18 del 2015.

TESTIMONIO

En un cine de mi barrio (Santiago del Estero), siendo todavía más niño que adolecente, vi una película que se desarrollaba ya en el siglo XX y probablemente en el caribe; con mucho de acción y romance llego a su fin. Su título “EL MUNDO EN MIS BRAZOS”, como fue de mi agrado, siempre me intrigo precisamente su título, quería encontrar una relación con lo que había disfrutado. Ya adulto, creo que encontré la respuesta; la misma, concluía en un velero que atravesaba un gran mar con la pareja protagonista en el timón, lógicamente, la mujer sostenía el rumbo y el varón desde atrás la sostenía a ella con sus brazos, gozando ambos la brisa de la travesía y su relación. He ahí la cuestión, para el hombre, con su lucha, lograba la suma de aspiraciones, atrapando además la felicidad, era tener el “EL MUNDO EN MIS BRAZOS.

         ¿A qué viene este viejo recordar? Bien… esta mañana, en Radio Mitre durante el programa “Cada Mañana” de Marcelo Longobardi; durante un reportaje a fin de conductas (disculpen la generalización, ocurre, que escuchaba radio mientras realizaba tareas) el entrevistado opino,  que el automóvil es para nosotros los varones, una suerte de continuidad de uno mismo; deducción que en principio comparto, por resultar bastante acertada. El tema seria él porque; amante del desplazamiento a partir de un motor, le di desde hace ya mucho tiempo una propia significación (por aquello de tener poder para decidir y dominar el entorno, recibido como herencia de esa trayectoria épica de evolución humana). El hombre, terminadas las luchas por sobrevivir y en tiempos modernos, el automóvil significo como un segundo hogar. Entonces, modestamente asocie aquello del film comentado al inicio  “EL MUNDO EN MIS BRAZOS”, por “EL MUNDO EN SUS BRAZOS”.

Juan Luis Coria

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juanluiscoria.blogspot.com


domingo, 7 de junio de 2015

AMIGOS: SON MUCHOS, PERO NO SON TODOS


Santiago del Estero. Domingo, 7 de junio del 2015.

Amigos de la Vida Social, Deportiva y Política

SON MUCHOS, PERO NO SON TODOS

            Son muchos, pero no son todos. Expresión que uso, cada vez que pretendo explicar que todo es posible, ante facciones políticas instauradas en poder de gobierno  y lograr cambios institucionales que nos den más y mejor república.

            En los días que corren, es tan grande la desnaturalización de la república, con la negación permanente de su esencia, que permanecer indiferente, es negarse a sí mismo. La patria, que tanto desgarra vestiduras, no solo está en peligro con cierne de guerra. Está en peligro también, cuando sus instituciones no funcionan. En ambos peligros, es su sociedad civil, la encargada de defenderla de todas sus asechanzas o tropelías.

            Desde siempre, soy crítico de este compromiso ciudadano (cuando no está anestesiado, esta sobornado). Tanto, que como integrante de una juventud militante en 1976, se me solicito dirigirme a los presentes de una reunión política de fin de año durante la más negra de las dictaduras, mi expresión fue; brindar para lograr la construcción definitiva de una auténtica y verdadera Nación Argentina. Nación Argentina, anhelada y contrariamente  asunte en muchos de sus integrantes. Consideraba y considero, que solo somos un país (tenemos constitución), legado tras largas y sangrientas luchas de independencia, cuya organización no supimos guardar, ignorando o  quebrando una y otra vez sus leyes. Quienes leen y escriben con excelencia, mirando solo para adentro, están en deuda con la Republica Argentina e impiden la creación de un ser nacional.

            Las elecciones presidenciales del próximo octubre, tras 30 años de democracia aparente (porque ni formal lo es); deben saber darnos la suficiente tregua, para salir hacia caminos de dignidad nacional. Recobrar la cordura democrática, para pretender un futuro sin engaños para una consolidación humana y ciudadana. No es mucho pedir, solo se necesita en primer término, contar con representantes “probos” (honestos - antiguamente le llamaban tener decencia). En demás términos y en ese orden de respecto: crear políticas públicas de auténtica necesidad de estado, no conformar asociaciones ilícitas para apropiarse de los dineros públicos, no denigrar al hombre (mujer-varón) al efecto de eternizarse y dejarlo decidir su destino en libertad.
    
            Queda claro, verdad. En lo que me concierne; que de derecha o izquierda a esta altura de los acontecimientos, es puro cuento. A un régimen “falaz y descreído”, solo se lo combate y cambia entre todos. Es decir; quienes están por más y mejor república por un lado, los que pretenden continuar en privilegio sin responder a su mandato de gobierno, por el otro.

Juan Luis Coria
0385154386125

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