Santiago del Estero. Domingo, 7 de junio del 2015.
Amigos de la Vida Social, Deportiva y
Política
SON MUCHOS, PERO NO SON TODOS
Son muchos,
pero no son todos. Expresión que uso, cada vez que pretendo explicar que todo
es posible, ante facciones políticas instauradas en poder de gobierno y lograr cambios institucionales que nos den
más y mejor república.
En los días
que corren, es tan grande la desnaturalización de la república, con la negación
permanente de su esencia, que permanecer indiferente, es negarse a sí mismo. La
patria, que tanto desgarra vestiduras, no solo está en peligro con cierne de
guerra. Está en peligro también, cuando sus instituciones no funcionan. En
ambos peligros, es su sociedad civil, la encargada de defenderla de todas sus
asechanzas o tropelías.
Desde
siempre, soy crítico de este compromiso ciudadano (cuando no está anestesiado,
esta sobornado). Tanto, que como integrante de una juventud militante en 1976,
se me solicito dirigirme a los presentes de una reunión política de fin de año
durante la más negra de las dictaduras, mi expresión fue; brindar para lograr
la construcción definitiva de una auténtica y verdadera Nación Argentina.
Nación Argentina, anhelada y contrariamente asunte en muchos de sus integrantes.
Consideraba y considero, que solo somos un país (tenemos constitución), legado
tras largas y sangrientas luchas de independencia, cuya organización no supimos
guardar, ignorando o quebrando una y
otra vez sus leyes. Quienes leen y escriben con excelencia, mirando solo para
adentro, están en deuda con la Republica Argentina e impiden la creación de un
ser nacional.
Las elecciones presidenciales del próximo octubre, tras
30 años de democracia aparente (porque ni formal lo es); deben saber darnos la
suficiente tregua, para salir hacia caminos de dignidad nacional. Recobrar la
cordura democrática, para pretender un futuro sin engaños para una
consolidación humana y ciudadana. No es mucho pedir, solo se necesita en primer
término, contar con representantes “probos” (honestos - antiguamente le
llamaban tener decencia). En demás términos y en ese orden de respecto: crear
políticas públicas de auténtica necesidad de estado, no conformar asociaciones
ilícitas para apropiarse de los dineros públicos, no denigrar al hombre
(mujer-varón) al efecto de eternizarse y dejarlo decidir su destino en
libertad.
Queda claro,
verdad. En lo que me concierne; que de derecha o izquierda a esta altura de los
acontecimientos, es puro cuento. A un régimen “falaz y descreído”, solo se lo
combate y cambia entre todos. Es decir; quienes están por más y mejor república
por un lado, los que pretenden continuar en privilegio sin responder a su
mandato de gobierno, por el otro.
Juan Luis Coria
0385154386125
juanluiscoria.blogspot.com
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